tiñendo va de recuerdos el firmamento
gloriosos en su eco los minutos se hacen rogar
había que ver como su rostro se iluminaba
en cada pestañeo suyo desfilando deseos
en la humedad de su boca desvaneciéndose versos
gotas de espesa miel sobre su piel clara
como aquellas manos como aquellos besos.
a veces mucha miel puede ser amarga
ResponderEliminarSi, cuando la miel sobra empalaga y cuando no hay se extraña...
ResponderEliminarcomo casi todo..
Es precioso lo que escribes y los haces con una delcadeza y naturalidad exquisita. Eres una gran escritora y poeta.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Mil gracias Cipriano!
ResponderEliminarSaludos!
Gabriela me gusta mucho el ritmo de tu poesía, sigo leyendote,
ResponderEliminarsaludos :)
Gracias Mixha, es un honor!
ResponderEliminarSaludos ;)
El viento siempre murmura humedad de bocas.
ResponderEliminarCuanta certeza...
Besos.