miércoles, 15 de febrero de 2012

ayer, vino hoy

El reloj en contra del tiempo y a paso lento
la melancolía con su viento fuerte hizo retroceder sus pasos 
y al contacto frío del piso con mi pie izquierdo 
tropecé con un manojo de recuerdos, 
al compás de mis pasos escurrían del techo voces y sueños  
una tormenta de imágenes se apoderó de mi espacio 
en espiral giraban aquellos tiempos, todos los besos, todos los duelos 
y ese nudo en la garganta que apretaba mi pecho. 
Ayer, vino hoy y nada parece tan real, 
el arco de sus cejas se dibujó en el espejo
y la burla del destino empañó su recuerdo.
Pero que hermosos eran, cuanto amor había en sus ojos
cuanto duele el espacio vacío entre mi pecho y su alma.

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